Tras el derrame de crudo en la costa del condado de Santa Bárbara, ambientalistas y biólogos se han acercado a ayudar con las tareas de limpieza y además a analizar los posibles daños generados en el ecosistema.
Aún no hay datos certeros sobre el impacto causado por el derrame que llegó a mar abierto por los desagües, pero cientificos aseguraron que podrÍa tomar semanas para lograr la limpieza total de las playas de Santa Bárbara, e inclusive años hasta poder reconocer los daños generados en el agua y la vida silvestre.
Aunque el derrame representa una escala menor comparada al del 2010 en el Golfo de México o al de 1969 de Santa Bàrbara, hay motivos para estar preocupados, indicó el científico ambiental de Channel Islands, Sean Anderson, a la cadena NBC News.
El derrame de crudo se produjo el martes cuando se fracturó un oleoducto onshore de Plains All American Pipeline que transporta crudo al sur del Estado, y la sustancia viscosa circuló por las alcantarillas hasta llegar al océano Pacífico.
La playa estatal Refugio, muy popular entre los turistas, se convirtió en un área olorosa y cubierta por la marea negra, por lo que debió ser cerrada temporalmente. Científicos aseguran que permanecerá de esta manera por varias semanas.
Grupos ambientalistas en trajes especiales continúan limpiando la costa con palas. La Guardia costera informó que ya se juntaron al menos 7.700 galones de agua mezclada con crudo.
Con respecto al daño al ecosistema, se han encontrado al menos cinco pelicanos empetrolados, mientras que biólogos encontraron langostas y otros peces muertos.
Los métodos de limpieza son los mismos utilizados en el derrame de Santa Bárbara de 1969, cuando al menos 3 millones de galones de crudo se derramaron el las aguas de la costa del condado californiano.