Los productores petroleros estadounidenses están abandonando la búsqueda de crudo y gas natural en las aguas someras del Golfo de México debido a los recortes en los presupuestos de perforación, y están migrando hacia los campos de shale.
El número de permisos para la realización de nuevos pozos en aguas de poca profundidad cayeron un 74 por ciento durante los primeros seis meses del año, según indicó la Agencia de Seguridad y Control Ambiental de Estados Unidos (BSEE, por sus siglas en inglés).
Bloomberg detalló que los productores se habían centrado en el gas de las aguas someras, ya que los campos de crudo cercanos a las costas ya habían sido descubiertos. Sin embargo, el exceso de gas en los campos de shale de Texas, Louisiana, Oklahoma y Pennsylvania tornaron a la producción de gas offshore menos atractiva.
“Muchos de los jugadores operando en las plataformas continentales están atravesando dificultades financieras o cortes significativos de capital”, señaló el analista de Cowen and Company, J.B Lowe. “No hay un ingreso de capital suficiente como para justificar la perforación de estas áreas cuando es mejor hacerlo en otro lado”.
El caso es diferente cuando se trata del offshore en aguas profundas del Golfo, donde la exploración se mantiene inmutable frente a la caída de los precios del crudo. Desde el BSEE aseguran que durante los primeros seis meses de este año se emitieron 31 permisos para realizar nuevos pozos.