“Aún quedan por explorar en la Argentina más de 2500 millones de barriles de petróleo y alrededor de 370.000 millones de metros cúbicos de gas en reservorios probados convencionales; y 2200 millones de barriles de petróleo y 1217 miles de millones de metros cúbicos de gas en yacimientos por descubrir” dice el informe de KPMG.
La consultora analiza también la caída de precios, en momentos en los que el barril cotiza por debajo de los u$s40, y el contexto para Argentina "ha puesto en un estado expectante a trascendentes proyectos como el de Vaca Muerta, destinado a la exploración y explotación de recursos no convencionales (shale). El acuerdo YPF-Chevron para producir hidrocarburos no convencionales (el convenio más importante registrado en la industria y que implica una inversión de u$s15.000 millones) estimó un precio medio de entre u$s80 y u$s100 el barril. Teniendo en cuenta estas proyecciones, las que se utilizaron para justificar inversiones y estimar la rentabilidad del proyecto, y la tendencia descendente del precio del petróleo y el gas durante el último año, es lógico que Vaca Muerta, como otros yacimientos (tales los casos de Los Molles, el Golfo de San Jorge, o Chaco) puedan ser demorados en su desarrollo".
Sin embargo, en la consultora destacan que el potencial del país en lo que respecta a este recurso "sigue traccionando la atención de las principales empresas mundiales. Prueba de ello es el anuncio realizado el 15 de julio de 2015 por el gobernador de Neuquén, Jorge Sapag, acerca de que YPF, PAE y la alemana Wintershall han comprometido inversiones por u$s30.000 millones al desarrollo de las concesiones Bandurria Sur, Centro y Norte”.
Argentina mantiene por el momento una "ventaja competitiva" con respecto al mundo, ya que el gobierno ha fijado un precio para el barril de petróleo de u$s77 en el mercado interno, que es financiado por los consumidores de combustible, por esa razón, mientras que globalmente el precio del galón de gasolina ha caído, en Argentina, los precios de los combustibles han sufrido 7 aumentos en lo que va del año, y desde la estatización de YPF en 2012, el incremento del litro de gasolina (nafta para los argentinos), se ha disparado más de 200%.