Bolivia inauguró una planta procesadora de gas licuado de crudo que abastecerá en una primera etapa a sus vecinos Paraguay y Perú y que el Gobierno proyecta consolidar como uno de los tres mayores complejos de hidrocarburos de Sudamérica.
El acto fue encabezado por el presidente Evo Morales y su par paraguayo, Horacio Cartes, quienes firmaron un acuerdo marco para la provisión de gas natural, gas natural licuado, gas licuado de petróleo y otros derivados del petróleo.
La Planta Separadora de Líquidos Gran Chaco, situada en el departamento sureño de Tarija y que requirió de una inversión de 690 millones de dólares, operará inicialmente a un 50 por ciento de su capacidad de 32,2 millones de metros cúbicos diarios de gas natural.
"En una primera fase, la planta separadora de líquidos producirá 500 toneladas métricas al día, gran porcentaje de ellos será para abastecer el 100 por ciento del mercado paraguayo", dijo el ministro de Hidrocarburos y Energía boliviano, Luis Sánchez.
"Otro gran porcentaje será para el Perú y el restante porcentaje será para el Brasil, Argentina y Uruguay. Hoy podemos decir que somos unos grandes exportadores de gas licuado de petróleo (GLP)", añadió.
La exportación de gas licuado de petróleo a Perú y Paraguay generará unos 32 millones de dólares hasta diciembre, pero los ingresos se incrementarán de manera gradual hasta 1.144 millones de dólares en 2020 y más de 2.500 millones en 2025, detalló.
Morales dijo que ahora el 80 por ciento de la producción de la planta será para exportación y el 20 por ciento para el mercado interno.
Las petroleras estatales de Bolivia, YPFB, y de Paraguay, Petropar, trabajarán en la distribución de gas boliviano para reducir el precio de la garrafa de gas de consumo doméstico en territorio paraguayo, destacaron Morales y Cartes.
"Siempre se habló de la región y de unir los países a través de la energía, es la primera vez que se está dando una integración de países hermanos", remarcó el presidente paraguayo.