México suavizó por segunda vez en dos semanas los términos de una licitación en marcha de cinco contratos de campos de extracción de hidrocarburos en aguas someras, en un intento por atraer inversionistas tras una fallida asignación de contratos petroleros a mediados de julio.
El regulador del sector petrolero, la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), anunció que los valores mínimos solicitados por el Gobierno en los cinco contratos de producción compartida que abarcan nueve campos, un punto clave para los inversionistas, se darán a conocer dos semanas antes del resultado de la licitación y no el mismo día como ocurrió en la subasta de julio.
"La Secretaría de Hacienda va a revelar los valores mínimos para estos cinco contratos de manera anticipada. No va a ser como en la primera licitación", dijo el comisionado presidente de la CNH, Juan Carlos Zepeda, durante una sesión del órgano de gobierno del regulador trasmitida por internet.
Estos contratos se adjudicarán el 30 de septiembre, mientras que los valores mínimos se darán a conocer el 14 de septiembre.
En la licitación de julio, la primera de la llamada Ronda Uno y de la que los campos en extracción forman parte, México adjudicó dos de los 14 contratos de exploración y extracción ofrecidos, debido a lo que observadores y empresarios del sector consideraron reglas muy estrictas en un entorno global de restricción de inversiones ante la baja del precio del crudo.
En su sesión del martes, la CNH también aprobó eliminar restricciones a la profundidad en algunos campos, lo que abre la posibilidad de que los contratistas realicen exploración, además de la extracción de hidrocarburos. "Es decisión del contratista (...) Se abre la posibilidad de explorar a otra profundidad", dijo Zepeda.
"El proyecto es muy atractivo con lo que ya está descubierto, pero vemos también que existen algunos recursos prospectivos, algún potencial que pudiera estar a otras profundidades", añadió.
El tirante de agua de los campos en extracción en licitación es de un promedio de 30 metros, pero las profundidades desde el lecho marino oscilan entre 2.5 kilómetros y 6.0 kilómetros, dijo Zepeda. En caso de que el contratista decidiera explorar y encontrara nuevos hidrocarburos, se aplicarían los mismos términos fiscales al crudo y gas descubiertos que a la fase de extracción, dijo el comisionado.