El presidente Vladimir Putin dijo a su par Nicolás Maduro que Rusia y Venezuela deben aunar esfuerzos para combatir la caída de los precios mundiales del petróleo, pero se negó a informar de alguna acción específica, como la posibilidad de un recorte a la producción.
Las economías de Rusia y Venezuela son altamente dependientes de los ingresos por la venta de petróleo, cuyo precio ha caído casi a la mitad desde el año pasado debido a un exceso de los suministros globales y la decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo de no recortar la producción.
Maduro se reunió con Putin en Pekín tras asistir a un desfile militar para conmemorar en Asia los 70 años del fin de la Segunda Guerra Mundial.
"Hay una guerra de precios (...) esta fase de inestabilidad total perjudica no sólo a los productores de petróleo, perjudica todas las inversiones petroleras en el mundo entero, incluyendo en Estados Unidos y perjudica a la economía mundial. A la economía mundial le conviene precios estables", dijo Maduro tras la reunión.
"El presidente Putin y yo nos hemos puesto de acuerdo en algunas iniciativas que vamos a adelantar, se van a conocer cuando estén en pleno desarrollo para lograr la estabilidad del mercado petrolero", agregó.
Venezuela es miembro de la OPEP, pero Rusia no. Hasta ahora, Moscú se ha negado a recortar su producción de crudo para apoyar un aumento de los precios y no se esperaba que la reunión con Maduro arrojara resultados concretos al respecto, había dicho el miércoles a Reuters una fuente del Gobierno ruso.
"Las dos partes destacaron durante la reunión que los inestables precios del petróleo no son en interés de los países y que, por supuesto, se deberían integrar los esfuerzos en términos de coordinación para facilitar un alza en los precios", dijo a periodistas el portavoz del Kremlin Dmitry Peskov.
"Pero el presidente Putin puso énfasis en el hecho de que podrían no haber acciones directas, este es un proceso del mercado. Hay muchos factores que están teniendo impacto y a los que se les debería prestar mucha atención".
Los miembros más ricos de la OPEP decidieron el año pasado no recortar la producción para permitir que los precios caigan y de esa manera defender su participación de mercado.
Pero una severa recesión y escasez de productos en Venezuela han llevado a que el Gobierno promueva un alza en los precios del crudo. El país sudamericano ha estado presionando para que se alcance un acuerdo entre la OPEP y los productores que no pertenecen al cartel para estabilizar los valores.
Rusia ha aumentado su producción este año, extrayendo crudo a niveles máximos de la era pos soviética de unos 10,7 millones de barriles diarios. Moscú quiere mantener el nivel de bombeo para defender su porción de mercado, por lo que si recortara la producción perdería ingresos que son muy necesarios para su presupuesto.