Ya pasó un año desde que el excedente de crudo por el boom del esquisto en Estados Unidos y el comienzo de la desaceleración del crecimiento económico de China empujaron a los precios internacionales del petróleo por debajo de los 50 dólares el barril.
A pesar de ser la peor caída en décadas, algunos ejecutivos del sector – como el CEO de Shell, Ben Van Beurden – aseguran que podría empeorar.
Desde entonces, analistas y miembros de la industria comparan la crisis actual con la década de bajos precios de los ‘80, cuando Arabia Saudita decidió no recortar la producción para defender su cuota del mercado.
El West Texas Intermediate (WTI) cayó por debajo de los 10 dólares el barril de crudo en junio de 1986. Entre 1985 y 1986, el valor promedió en los 20,83 dólares el barril, un 30 por ciento menos que en los dos años anteriores. Mientras los precios caían, los sauditas se negaban a recortar su producción, explicó el analista de Bloomberg Intelligence, Peter Pulikkan.
Desde 1987 y por 10 años sostenidos, el valor del barril cotizó por debajo de los 20 dólares.
Mientras que los altos precios en 1970 permitieron la llegada de nueva tecnología para explorar y desarrollar el Mar del Norte y Alaska, en la primera década del nuevo milenio la demanda encabezada por China ayudó a despertar el boom del shale oil y gas en Estados Unidos. Ahora, compañías como BP estiman que el crudo permanecerá “bajo por mucho más tiempo”.
“En 1985, Arabia Saudita cambió su política para incrementar su cuota de mercado, abriendo la puerta a la década perdida del petróleo. Existe la posibilidad de que venga otra década perdida”, alertó Pulikkan.
En noviembre del 2014, cuando se comenzaba a sentir el impacto de la caída de los precios, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) decidió nuevamente no recortar su producción para defender su cuota de mercado.