El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, propondrá un impuesto de 10 dólares por barril de petróleo en el plan de presupuesto que presentará la próxima semana, en momentos en que el Gobierno busca aumentar las inversiones del país en proyectos de transporte limpios, dijo la Casa Blanca.
El impuesto, que sería pagado por las empresas petroleras y se implementaría de manera gradual en un período de cinco años, posiblemente no obtendría el apoyo del Congreso controlado por los republicanos.
En el último año de su presidencia, Obama ha dicho que el país debe dejar de subsidiar a los combustibles fósiles "sucios" del pasado y concentrarse en energías limpias y renovables que no agravan el cambio climático.
"Al proponer un impuesto al petróleo, el plan del presidente crea un incentivo claro para que el sector privado innove para reducir nuestra dependencia del crudo y al mismo tiempo invierta en tecnologías de energías limpias que potenciarán nuestro futuro", dijo la Casa Blanca en un comunicado.
La aplicación del impuesto de 10 dólares se daría en momentos en que los precios del petróleo se han desplomado.
El mes pasado, los precios del crudo cayeron a menos de 30 dólares por barril, su menor nivel desde el 2003, debido a que la demanda no ha podido mantener el ritmo de crecimiento de los suministros y los mayores productores de petróleo del mundo se resisten a reducir su bombeo.