Vuelven señales de vida a los yacimientos de EEUU

Con el valor del petróleo rondando los u$s50, la industria del shale en Estados Unidos está comenzando a ver señales de moderado optimismo de que esta vez la industria haya visto realmente lo peor de la crisis de precios
Con el valor del petróleo rondando los u$s50, la industria del shale en Estados Unidos está comenzando a ver señales de moderado optimismo de que esta vez la industria haya visto realmente lo peor de la crisis de precios
Thursday, 2 June 2016

Cuando los precios del crudo se desplomaron a mediados del 2015, Steve Pruett, presidente ejecutivo de una pequeña firma de explotación petrolera de Texas, paralizó una plataforma de perforación, prefiriendo pagar 21.000 dólares diarios en almacenamiento en lugar de abrir nuevos pozos y arriesgar mayores pérdidas.

Ahora que los precios vuelven a subir, Pruett está ofreciendo bonos a su personal para que perforen el yacimiento lo más rápido posible, pero asegura que su firma, Elevation Resources, esperará hasta el próximo año para desarrollar una segunda plataforma.

"Vamos a retomar despacio la actividad, sin pisar el acelerador", afirmó. "Todos hemos recuperado la sobriedad".

La montaña rusa petrolera del año pasado, cuando los precios del crudo subieron en la primera mitad del año para desplomarse en la segunda, aplastó a muchos productores, por lo que Pruett y sus colegas se mantienen cautos.

No obstante, hay señales de moderado optimismo, de que esta vez la industria haya visto realmente lo peor de un desplome de casi dos años que costó cientos de miles de empleos, hizo quebrar a decenas de empresas y provocó una caída de la inversión tan grave que afectó a toda la economía estadounidense.

Ahora que los precios del petróleo ya casi duplican los mínimos tocados en febrero, cercanos a los 26 dólares por barril, perforar nuevos pozos en la Cuenca Pérmica -la fuente más rica de shale de Norteamérica- vuelve a ser rentable y los productores están dando pequeños pasos para aumentar su producción otra vez.

La cantidad de plataformas de la cuenca, que se extiende por más de 50 condados cerca de la frontera con Nuevo México, creció de 17 a 146 hasta el 31 de mayo, tras tocar fondo a fines de abril, según datos compartidos con Reuters por la consultora Drillinginfo. El número de permisos de perforación -un importante indicador de actividad futura- aprobados para abril, último mes disponible, fue el más alto desde octubre de 2015.

El recuento de plataformas en el área sigue bastante por debajo del máximo de 467 registrado por la compañía de servicios petroleros Baker Hughes en noviembre de 2014, pero el entusiasmo sugiere que viene algo de alivio en camino. La pérdida de empleos en Midland y Odessa, principales ciudades de la región, ha disminuido, los ejecutivos petroleros locales hablan de planes para perforar y algunos preparan ya nueva financiación.

Keith Moore, presidente de West Texas National Bank, un prestamista local para empresas de energía, señaló que las solicitudes de créditos están empezando a llegar de nuevo tras una pausa de un año. "Parece que estamos al borde de la recuperación", dijo.

Sin embargo, se necesitará una recuperación amplia y duradera para frenar el descenso de la inversión en el negocio, que restó más de medio punto porcentual al crecimiento económico de Estados Unidos en el primer trimestre.

Las firmas también están reactivando sus labores a partir de un nivel bajo y el temor a otro "falso amanecer" mantiene a raya los planes de expansión. Por ejemplo, Elevation Resources tiene 30 empleados ahora, comparado con los varios cientos que tuvo durante el auge del esquisto.

Algunos analistas advierten que los amplios inventarios globales seguirán presionando a los precios, a pesar de que factores temporales como los incendios forestales en la región de las arenas bituminosas de Canadá parezcan reflejar una rebaja de los suministros.

Stephen Robertson, vicepresidente ejecutivo de la Asociación Petrolera de la Cuenca Pérmica, un grupo comercial, dijo que los ejecutivos son conscientes de los riesgos de comprometerse demasiado pronto, pero les preocupa también quedarse fuera de una recuperación naciente.

"Mucha gente está optimista con un petróleo a 50 dólares", señaló. "Nadie quiere ser sorprendido y perderse el salto".