Rusia y China sellaron una serie de acuerdos en el área de energía durante una visita del presidente Vladimir Putin a Pekín, que fortalecen los vínculos económicos entre los dos países.
Los acuerdos involucran la venta de participaciones en varios proyectos rusos a empresas chinas, un contrato de suministro de petróleo y un contrato de inversiones en proyectos petroquímicos conjuntos en Rusia.
Rosneft, el principal productor ruso de petróleo, acordó con la Corporación Nacional Química de China (ChemChina) que ésta última tomará una participación de un 40 por ciento en un complejo petroquímico que se construirá en el este de Rusia, llamado VNHK.
El pacto ayudará a Rosneft con el financiamiento del proyecto y le dará acceso a los mercados de la región de Asia Pacífico, precisó la empresa rusa en un comunicado.
Ambos países también suscribieron un contrato por un año bajo el cual Rosneft podría suministrar hasta 2,4 millones de toneladas de crudo a ChemChina entre el 1 de agosto del 2016 y el 31 de julio del 2017.
Aunque la cooperación económica fue el foco de la visita de Putin al presidente chino Xi Jinping, los líderes también acordaron fortalecer la estabilidad estratégica global.
En un comunicado difundido por Kremlin y firmado por las dos partes, los Gobiernos llamaron a las naciones a regirse estrictamente por las normas del derecho internacional, mantener las capacidades militares en el mínimo requerido por la seguridad nacional y refrenar las alianzas militares-políticas.