Israel y Turquía anunciaron que reanudarán sus relaciones tras seis años de distanciamiento, en un inusual acercamiento en un dividido Medio Oriente impulsado por las perspectivas de lucrativos acuerdos gasíferos en el Mar Mediterráneo y temores de ambos países por los crecientes riesgos a la seguridad.
El primer ministro turco, Binali Yildirim, dijo que ambos países enviarán embajadores a Jerusalén y Ankara lo más pronto posible.
El acuerdo se da tras años de negociaciones entre ambos países, que llegaron a ser firmes aliados, y aumenta las perspectivas de una eventual cooperación para explotar reservas de gas natural en el Mediterráneo cuyo valor podría ascender a miles de millones de dólares, dijeron funcionarios.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, aseguró que la medida sienta las bases para el posible suministro de gas israelí a Europa a través de Turquía.
El pacto se anuncia en momentos en que Medio Oriente está polarizado por la guerra civil en Siria y la creciente amenaza del grupo Estado Islámico a la seguridad nacional, lo que deja a ambos países con la necesidad de forjar nuevas alianzas.
Las relaciones entre Israel y el que fuera su único aliado musulmán colapsaron en 2010 tras el ataque israelí a un buque insignia de una flotilla con ayuda humanitaria que se dirigía a Gaza en el que murieron diez activistas turcos.
Tras reunirse con el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, en Roma, Netanyahu dijo que el acuerdo era un paso importante. "Tiene inmensas implicaciones para la economía israelí", dijo a la prensa.
Kerry alabó el acuerdo y dijo que "obviamente estamos complacidos en el gobierno. Este es un paso que queríamos que se diera".
Turquía expulsó al embajador israelí y congeló la cooperación militar luego de que un reporte de la ONU en 2011 sobre la ofensiva israelí contra el buque Mavi Marmara exoneró ampliamente al estado judío. Israel y Turquía, miembro de la OTAN, redujeron la cooperación en inteligencia y cancelaron ejercicios militares conjuntos.