Yo hubiese titulado esta Jornada: “Cómo recuperar el autoabastecimiento y cómo evitar que en el futuro se pierda”, en vez de “cómo lograrlo” porque, en realidad, ya lo habíamos logrado o al menos intentado en distintos períodos de nuestra historia: Perón después de la ley de inversiones extranjeras de 1953, que diera origen a la firma con la subsidiaria de la Standard Oil de California, luego Frondizi en 1958, después Alfonsín sobre el final de su mandato y por último Menem a comienzo de los 90.
Si bien todos esos intentos se basaron en la apertura al capital privado del sector petrolero, no fueron acompañados por una convicción de la sociedad ni de gran parte de la dirigencia política, sino por la necesidad de los gobiernos de turno. Y esa fue la causa principal por la que todos esos intentos se frustraron.
La última etapa con autoabastecimiento de más de 15 años se perdió debido al irresponsable manejo del sector, de neto corte populista, que impuso el kirchnerismo desde su acceso al poder en 2003, lo que significó haber importado hasta hoy energéticos por más de US$ 50.000 millones, luego de provocar una caída de la producción ininterrumpida todos los años desde que asumieron , hecho inédito en la historia del país.
Hay que terminar con estos ciclos que nada tienen que ver con la geología sino mas bien con la ideología, la mala gestión y los intereses políticos cortoplacistas. Aunque también subyace un tema cultural de nuestra sociedad, reacia a las empresas y al capital foráneo y con un concepto de soberanía vinculado con el intervencionismo estatal.
Algunas de las medidas que habría que tomar para lograr un autoabastecimiento que dure mientras tengamos petróleo serían: erradicar ideologías; informar a la población sobre la importancia de nuestros recursos y de los beneficios de ponerlos en valor y sobre las causas de los fracasos del sector; admitir la globalización y respetar sus reglas; incorporar explícita y estrictamente el respeto por el cuidado ambiental en toda la actividad; incorporar efectivamente el concepto de responsabilidad social empresaria RSE y del Estado. Por último, algo fundamental, explicar a la gente que sin la participación de empresas, tecnología y capital internacional no es posible explotar nuestras riquezas petroleras, las que superan con creces nuestras necesidades y en consecuencia cuentan con un potencial exportador de magnitud.
Pero para que vuelvan las inversiones no será suficiente actuar solo sobre los problemas sectoriales, hay que resolver también aspectos políticos y macroeconómicos como:
• Volver al estado de derecho, a la legalidad.
• Brindar seguridad jurídica, comenzando por la derogación de la Ley de Emergencia Económica
• Respetar las instituciones de la república
• Hacer las paces con el mundo (FMI, deudas, Litigios)
• Tener una moneda.
• Tener unificación cambiaria
• Inflación dentro de parámetros normales.
• Estadísticas creíbles.
• Comercio exterior sin trabas discrecionales
En cuanto a las medidas sectoriales a tomar, son varias y su enunciación excede este espacio, pero sí puedo resumir las características que deben reunir. Tienen que ser consensuadas entre: las distintas fuerzas políticas, las provincias petroleras, los sindicatos y los representantes del pueblo en el Congreso Nacional y contar con la opinión del sector empresarial. Por otra parte deben diseñarse para provocar un shock de inversiones en el menor plazo posible.
Evidentemente la ley de HC recientemente sancionada no reúne ninguno de estos requisitos por lo que deberá ser replanteada por el próximo gobierno. Hay que recordar además, que fue diseñada por una empresa privada, YPF SA, e impulsada por un gobierno urgido por conseguir dólares antes de irse y por emprolijar los acuerdos y contratos con Chevron.