Es bien conocido que el Secretario de Estado norteamericano, John Kerry, y el Rey Saudí Abdullah, el 11 de septiembre de 2014, acordaron acciones para bajar el precio del petróleo.
Los americanos y los saudíes coincidieron en un interés común, complicar el acceso a los mercados petroleros del mundo de sus competidores de mayor costo, ubicados además en la vereda de enfrente en lo geopolítico e ideológico como Venezuela, Rusia y sus aliados Siria e Irán. Producto de este tipo de acciones, los saudíes y sus socios de la OPEP utilizaron la menor o mayor inyección de petróleo, para manejar la suba o la baja de los precios. En el año 2008, el petróleo alcanzó un precio de u$s147 el barril por restricción consensuada de la producción y hoy el WTI sobrevuela los 40 dólares el barril, en base a una estrategia conjunta de mayor oferta.
Faltaba algo, incorporar a Irán al club. La oportunidad para EEUU se encontró en las negociaciones por el desarme nuclear, con los llamados P5 – los países más poderosos del mundo. Hoy el acuerdo con Irán está resuelto y más allá del pretexto nuclear subyace la estratégica decisión de atraer al gigante petrolero iraní al juego de EEUU. Según la nota del especialista Nick Cunningham al sitio CNN Expansión, Irán tiene reservas por 158.000 millones de barriles de petróleo, entre las mejores cuatro del mundo. Pero no han sido desarrolladas todavía, producto de su aislamiento.
También podría almacenar 500 millones de barriles de petróleo y 2 billones de pies cúbicos de gas natural en el Mar Caspio, pero sus disputas territoriales con Azerbaiyán y Turkmenistán lo han impedido. Esto irá cambiando luego del acuerdo. De todas maneras, según Platts, Irán ya ha almacenado unos 53 millones de barriles de petróleo y condensados y podrá colocar a partir del 2016 entre 350.000 y 500.000 barriles de crudo adicionales, si se levantan las sanciones.
Este escenario nos proyecta hacia un período de mucha oferta de petróleo y gas y bajos precios. Goldman Sachs ha dicho que el petróleo podría permanecer en alrededor de 50 dólares el barril hasta el año 2020. Hasta en Canadá se está sintiendo el impacto. CNN Expansión menciona que la empresa Canadian Oil Sands, que posee una participación del 37% en el proyecto Syncrude, el mayor productor de petróleo a partir de arenas petrolíferas de Canadá, perdió u$s128 millones en el segundo trimestre por la baja del precio del petróleo. Las empresas canadienses, como en otros países, están recortando gastos y retrasando proyectos. Treinta y tres grandes proyectos de petróleo y gas han sido retrasados o cancelados; necesitarán precios del petróleo más altos para que logren su punto de equilibrio.
Los argentinos tenemos que asumir esta contingencia y reaccionar rápidamente. Hace poco en Neuquén el Presidente de YPF, Miguel Galuccio manifestó “ya no se discute más si Vaca Muerta puede o no producir, produce” y agregó ”si logramos subsistir con un petróleo de 50 dólares, el negocio está garantizado para siempre”. Está marcando un rumbo, hay que encontrar el petróleo y el gas de menor costo. En este sentido, me parece acertada la decisión de YPF de licitar y adjudicar 6.000 km2 de sísmica en tres dimensiones (3D) onshore en las Cuencas Neuquina, Cuyana y del Golfo San Jorge, la mayor campaña sísmica de los últimos diez años. Dicha actividad fue adjudicada a Wellfield Services, una compañía con base en Chile, en asociación con la compañía argentina UGA Seismic, a partir de una inversión de más de u$s100 millones. También YPF se mostró dispuesto a avanzar en una agresiva campaña de prospección marítima, frente a las costas de Bahía Blanca.
Sin dudas y aunque demoremos un par de años en tener resultados, considero que este es el camino para el desarrollo de nuestra riqueza petrolera, la exploración y la sísmica. Tenemos 19 cuencas sedimentarias y 3 cuencas marítimas, con muy bajo nivel de exploración tanto a nivel territorial como desde su estructuración en profundidad. Tenemos que explorar y encontrar niveles de petróleo y gas convencional y thigth, así como consolidar las reservas y los conocimientos en shale. La articulación de la producción entre reservorios de distintas estructuras geológicas, con precios para el petróleo y el gas basados en referencias internacionales, nos darán resultados en muy poco tiempo. Obvio acotar que deberemos contar con un escenario macroeconómico distinto y confiable para la inversión energética en nuestro país.