El Gobierno de Estados Unidos propuso normas para la explotación marítima de petróleo que revierten las salvaguardias impuestas tras el desastre ambiental causado por la plataforma Deepwater Horizon en 2010.
Las nuevas normas reducen los requerimientos en materia de seguridad y equipamiento para así fomentar una mayor extracción, según una normativa publicada por la agencia de seguridad y contraloría ambiental (BSEE).
"Al reducir la carga de reglamentaciones a la industria, estimularemos el incremento de la producción doméstica de gas y petróleo mientras mantenemos la vara alta en lo que respecta a seguridad y sostenibilidad ambiental", dijo el director de BSEE Scott Angelle.
El funcionario dijo confiar en que esta revisión de las normas "permita alcanzar la meta de la administración de llegar al dominio de la energía sin sacrificar la seguridad".
Los cambios, publicados en el registro oficial del gobierno de Estados Unidos, le ahorrarán a la industria por lo menos 228 millones de dólares en 10 años y reducen cargas industriales "innecesarias", según la agencia.
Los estadounidenses tienen ahora 30 días para opinar sobre los cambios.
En abril, la administración del presidente Donald Trump se puso en marcha para desmantelar reglamentaciones que considera nocivas para las empresas y ordenó a los organismos estatales revisar normas que supongan cargas indebidas para la industrial petrolera.
La agencia BSEE fue creada en octubre de 2011 en respuesta al desastre de la plataforma Deepwater Horizon que se incendió en el Golfo de México causando la muerte de 11 personas y que durante casi tres meses derramó millones de barriles de crudo en las aguas.
Empero la industria se quejó del "costoso" enfoque que se dio a las nuevas reglamentaciones impuestas para evitar la repetición de esos desastres.
La agencia supervisa unas 2.400 plataformas situadas en el mar Ártico, el Golfo de México y el Océano Pacífico.