La petrolera estatal rusa Rosneft multiplicó por 2,5 sus beneficios netos en 2018, gracias al aumento de los precios de los hidrocarburos y a pesar de la volatilidad del mercado, y aseguró que está muy atenta a la situación en Venezuela.
En 2018, el grupo obtuvo un beneficio neto de 549.000 millones de rublos, unos 7.300 millones de euros al cambio actual, es decir 2,5 veces más que el año anterior.
La facturación por su parte creció un 37 por ciento, hasta 8,23 billones de rublos, unos 110.000 millones de euros.
"El grupo supervisa constantemente los proyectos con su participación en Venezuela", sumida en una crisis política y económica, indicó la compañía.
Los resultados se explican por la progresión de los precios del petróleo así como por un aumento de la producción tras el acuerdo de los países de la OPEP y sus socios, entre ellos Rusia.
La producción total de hidrocarburos de Rosneft aumentó en 1,3 por ciento, hasta 5.800 millones de barriles equivalente petróleo al día de media.
El presidente de Rosneft, Ígor Sechin, se felicitó en un comunicado de los resultados "en un contexto de alta volatilidad de precios del petroleo, modificaciones de la fiscalidad, de la reglamentación de precios de los productos petroleros en el mercado interior y de las consecuencias de las restricciones impuestas por el acuerdo OPEP+", que incluye a Rusia
La petrolera también pudo reducir sus deudas en más de 14.000 millones de dólares (unos 12.000 millones de euros), indicó Sechin.