Los precios del petróleo comenzaron la semana con un alza de más de 1 dólar por barril, superando los 71 dólares, ya que las expectativas de que la variante del coronavirus ómicron cause síntomas en su mayoría leves impulsaban los activos más riesgosos y debido a que el panorama de un aumento inminente de exportaciones de crudo iraní parecía menos probable.
Reportes en Sudáfrica dijeron que los casos de ómicron allí solo tenían síntomas leves y el principal funcionario de enfermedades infecciosas de Estados Unidos afirmó a CNN que "no parece que haya un fuerte nivel de gravedad" hasta ahora, lo que aliviaba las preocupaciones del mercado sobre la variante.
Los futuros del crudo Brent ganaban 1,41 dólares, o 2,02 por ciento, a 71,31 dólares el barril a las 1020 GMT, mientras que los futuros del petróleo WTI de Estados Unidos sumaban 1,55 dólares, o 2,31 por ciento, a 67,8 dólares por barril.
Ambos contratos referenciales cayeron por sexta semana consecutiva la semana pasada.
La relajación de los temores en torno a ómicron también impulsaba las acciones europeas y activos más seguros, como los bonos, retrocedían tras ganancias recientes.
El Brent ha subido un 38 por ciento este año, respaldado por las restricciones a la producción lideradas por la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados, grupo conocido como OPEP+, y la recuperación de la demanda, aunque ha caído desde un máximo de tres años por encima de los 86 dólares en octubre.
La OPEP+ decidió la semana pasada continuar aumentando el suministro mensual en 400.000 barriles por día en enero, incluso después de una caída en los precios impulsada por las preocupaciones en torno a la variante ómicron.
El crudo también se vio impulsado por la disminución de las perspectivas de un aumento de las exportaciones de petróleo iraní después de que las conversaciones indirectas entre Washington y Teherán para salvar el acuerdo nuclear de 2015 con Irán se interrumpieron la semana pasada.