Los precios del petróleo operaron con pocos cambios, ya que los mercados equilibraron una caída esperada en la demanda debido a las pruebas masivas de COVID-19 en China con las preocupaciones actuales sobre la escasez de oferta.
Los futuros de crudo Brent terminaron la sesión con un alza marginal de 0,07%, a 107,10 dólares, luego de haber subido un 2,3% el viernes. Los futuros del crudo West Texas Intermediate (WTI) de Estados Unidos bajaron 70 centavos, o un 0,67%, a 104,09 dólares, recortando una ganancia del 2% el viernes.
Dado que se espera que la Reserva Federal de Estados Unidos siga aumentando las tasas de interés, la demanda por futuros de la Bolsa de Nueva York (NYMEX) cayó el 7 de julio a su menor nivel desde octubre de 2015, ya que los inversores redujeron los activos de riesgo.
La semana pasada, los especuladores petroleros redujeron sus posiciones largas netas de futuros y opciones en NYMEX e Intercontinental Exchanges a su nivel más bajo desde abril de 2020.
El mercado se vio sacudido anteriormente en la sesión por la noticia de que China había descubierto su primer caso de una subvariante ómicron altamente transmisible en Shanghái que podría conducir a otra ronda de pruebas masivas, lo que afectaría la demanda de combustible.
También ejerció presión sobre el petróleo el aumento del dólar contra una canasta de otras monedas a máximos desde octubre de 2002. Un dólar más fuerte reduce la demanda de petróleo al encarecer el combustible para los compradores que usan otras divisas.
Los ministros de finanzas de la zona euro dijeron que la lucha contra la inflación es la prioridad actual a pesar de la disminución del crecimiento en el bloque, ya que la Comisión Europea les informó sobre el deterioro de las perspectivas económicas.
El mercado sigue nervioso por los planes de las naciones occidentales para limitar los precios del petróleo de Rusia, y el presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió que más sanciones podrían sufrir consecuencias "catastróficas" en el mercado energético mundial.