El ministro de Finanzas de Arabia Saudí afirmó que la transición energética mundial para abandonar los combustibles fósiles podría alargarse hasta 30 años, lo que hace necesario seguir invirtiendo en recursos convencionales para garantizar la seguridad del suministro.
Mientras la economía mundial se enfrenta a un "semestre muy difícil", Mohamed al-Jadaan afirmó que las perspectivas para los productores de petróleo del Golfo eran "muy buenas" y posiblemente seguirían siéndolo durante los próximos seis años.
Arabia Saudita, el mayor exportador de petróleo del mundo, y otros productores de la OPEP han advertido de la falta de inversión en hidrocarburos, especialmente cuando la capacidad de producción sobrante es escasa y la demanda sigue siendo relativamente saludable a pesar de los fuertes vientos en contra de la economía.
"La reflexión sobre la energía, las energías renovables y el cambio climático se ha vuelto más realista: la transición no durará solo un año, ni 10 años, sino posiblemente 30 años", dijo Jadaan.
"Así que tenemos que invertir en nuestra seguridad energética, pero al mismo tiempo no descuidar el cambio climático".
Su intervención tuvo lugar en el foro de inversiones FII de Arabia Saudita, un escaparate del impulso que está dando el príncipe heredero para diversificar la economía y atraer capital extranjero.
"En la región... estamos haciendo muchos esfuerzos para reducir realmente las emisiones... Estamos invirtiendo tanto en energía convencional como en iniciativas relacionadas con el cambio climático", añadió.
Está previsto que en el Future Investment Initiative (FII, por sus siglas en inglés), que comenzó el martes, se subaste un millón de toneladas de créditos de carbono. Antes del evento, el fondo saudita de patrimonio PIF anunció la creación de la Compañía Regional de Mercado Voluntario de Carbono.
Arabia Saudita y los demás países árabes del golfo Pérsico han tratado de reforzar sus credenciales ecológicas. El año pasado, Riad declaró que el reino aspiraba a alcanzar un nivel cero de emisiones netas de gases de efecto invernadero, producidos principalmente por la quema de combustibles fósiles, para 2060.
Jadaan dijo que la colaboración mundial era necesaria para lograr la estabilidad y que los Estados árabes del golfo Pérsico ayudarían a los países de la región en general a afrontar un panorama económico "muy difícil".
El ministro de Finanzas de Baréin, el jeque Salman bin Khalifa Al-Khalifa, dijo en la reunión que los países del golfo Pérsico necesitan aumentar su capacidad de producción y exportación, ya que la mayor parte de su PIB no petrolero se basa actualmente en el consumo y las importaciones.