Las restricciones impuestas por la Unión Europea y el G7 a las exportaciones rusas de petróleo provocaron un cambio en los flujos mundiales de crudo, con las refinerías asiáticas absorbiendo el crudo ruso con descuento, lo que explica en parte la reciente decisión de la OPEP+ de reducir aún más la producción, dijo el organismo de control energético de Occidente.
Con la llegada de más de tres millones de barriles diarios (bpd) de crudo ruso a la región, el apetito de las refinerías asiáticas por los crudos de Oriente Medio de acidez media podría haber disminuido, indicó la Agencia Internacional de la Energía (IEA) en su informe mensual sobre el mercado del petróleo.
"La rápida agitación de los flujos comerciales mundiales de crudo puede explicar en parte la reciente decisión de la OPEP+ de recortar la producción", afirma la IEA.
Muchos miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y aliados liderados por Rusia, conocidos como OPEP+, anunciaron a principios de mes recortes unilaterales de la producción de petróleo por valor de 1,7 millones de barriles diarios (bpd), con lo que el total de recortes del grupo asciende a 3,7 millones de bpd hasta finales de año.
Según la IEA, las refinerías europeas no se apresuraron a sustituir el crudo ruso por crudo medio ácido de Oriente Medio de calidad similar, sino que cambiaron sus baremos de crudo, favoreciendo los crudos más ligeros y dulces, como los producidos por Estados Unidos.
A diferencia de las refinerías asiáticas, que se beneficiaron de fuertes descuentos sobre el crudo ruso, las europeas no han recibido ningún incentivo de precios para procesar crudos de Oriente Medio, según la IEA.
Los cuellos de botella y las limitaciones logísticas que impiden a algunas refinerías europeas manipular buques de transporte de crudo muy grandes (VLCC, por sus siglas en inglés) y el aumento de los diferenciales del crudo de Oriente Medio hacia la región explican en parte por qué los europeos rehuyeron el crudo de acidez media de Oriente Medio.
Otra razón, según la IEA, es el aumento de los costes energéticos para reducir el contenido de azufre del crudo y producir combustibles más limpios, proceso conocido como hidrotratamiento.