La producción petrolera rusa va camino de superar este año los 480 millones de toneladas, o unos 9,6 millones de barriles por día (bpd), según dijo a Reuters una fuente gubernamental rusa conocedora de los datos.
La cifra, que excluye el condensado de gas, está en línea con la promesa de Rusia de recortar la producción en 500.000 bpd, hasta los 9,5 millones de bpd, desde marzo hasta finales de año, según los cálculos de Reuters y la fuente.
"Si se extrapola para todo el año, la producción será de 480 millones de toneladas", dijo la fuente a Reuters bajo condición de anonimato debido a lo delicado de estos datos.
El Ministerio de Energía ruso no respondió a una petición de comentarios.
En 2022, la producción combinada de petróleo y condensado de gas de Rusia ascendió a 535 millones de toneladas (10,7 millones de bpd). El condensado está excluido de las cuotas de producción utilizadas por el grupo de productores OPEP+ para Rusia.
Según la fuente, esta producción puede alcanzar este año unos 520 millones de toneladas (10,4 millones de bpd), teniendo en cuenta unos 40 millones de toneladas de condensado de gas.
Esta cifra es muy superior a las previsiones oficiales, que sitúan la producción rusa de crudo y condensado de gas prevista para 2023 entre 490 y 500 millones de toneladas (9,8 y 10 millones de bpd).
"La demanda de petróleo rusa se ha estabilizado en gran medida tras la conmoción inicial que supuso el inicio de la guerra", afirmaron analistas de JP Morgan en una nota de investigación este mes. "Creemos que la demanda casi ha vuelto a los niveles de antes de la guerra".