El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó que le resulta "difícil" creer que la prospección de petróleo en la cuenca amazónica pueda causar daños medioambientales a la selva tropical de la región, la mayor del mundo.
La agencia brasileña de protección del medio ambiente Ibama bloqueó la semana pasada una solicitud de Petroleo Brasileiro para perforar en la desembocadura del Amazonas, cerca de Amapa, en una esperada decisión que se considera una decisión más amplia sobre si el gigante petrolero estatal podrá explorar la región, rica en petróleo y sensible desde el punto de vista medioambiental.
Los comentarios de Lula, realizados al margen de una cumbre del Grupo de los Siete (G7) en Japón, dejan entrever la división que existe en el oficialismo entre quienes quieren dar prioridad a la protección del medio ambiente y quienes quieren utilizar Petrobras para impulsar el crecimiento que tanto necesita la mayor economía de América Latina.
"Si la exploración de este petróleo supone un problema para la Amazonia, desde luego que no se explorará, pero lo veo difícil porque está a 530 km de la Amazonia. Pero sólo podré decirlo cuando llegue allí", dijo Lula a los periodistas en la ciudad japonesa de Hiroshima.
Petrobras ha dicho que apelará la decisión del Ibama esta semana, y que ha "cumplido estrictamente todos los requisitos del proceso de concesión de licencias".
Brasil alberga alrededor del 60% de la Amazonia, cuya selva tropical es vital para frenar el impacto del cambio climático debido a la gran cantidad de gases de efecto invernadero que absorbe.