La demanda mundial de petróleo alcanzará en 2023 un récord de 102,2 millones de barriles diarios (mbd), con un aumento de 2,2 mbd respecto al año pasado, vaticinó la Agencia Internacional de la Energía (IEA).
En su informe mensual sobre el mercado mundial de petróleo, la IEA señaló que la demanda global de crudo ya alcanzó un récord de 102 millones de barriles diarios en junio.
Esta mayor demanda está alentada por el aumento de los viajes por avión del verano, el mayor uso de petróleo en la generación energética y la mayor actividad de la industria petroquímica china.
El gigante asiático acapara más del 70 % de ese incremento de la demanda.
La demanda bajó ligeramente en julio hasta 100,9 mbd pero la IEA apunta a que "podría ver otro récord en agosto", para cerrar el año en 102,2 millones de barriles diarios (mbd), una cifra nunca vista para el conjunto de un ejercicio.
Sin embargo, el informe prevé que el crecimiento de la demanda se limite a un millón de bd en 2024 debido a la desaceleración económica global, la mayor eficiencia energética y el crecimiento de los vehículos eléctricos.
Este aumento de la demanda se ha combinado con los recortes de producción de la OPEP y sus aliados (OPEP+), encabezados por Arabia Saudí, que se hicieron sentir de pleno durante el mes julio.
El mes pasado, la extracción de crudo del bloque cayó a 50,7 mbd, con un recorte de más de 2 mbd respecto a principioss de año.
Los países de fuera de la alianza aumentaron su producción en 1,6 mbd hasta 50,2 mbd, encabezados por Estados Unidos, Brasil y Guyana. EE.UU. supone el 70 % de ese crecimiento de la producción.
Mayer demanda y menor oferta se han combinado para un primer resultado de una "fuerte" caída de inventarios a nivel global, constata el informe.
Las existencias mundiales de petróleo bajaron en junio por tercer mes consecutivo, y en los países de la OCDE se situaron 115,4 mb por debajo de la media de los últimos cinco años.
Los datos preliminares apuntan a que los inventarios bajaron también en julio y en el comienzo de agosto.
Esta combinación de elevada demanda por la actividad económica y el convencimiento de que los bancos centrales no subirán más los tipos de interés, menores existencias, la moderación de la inflación y los recortes de producción se combinaron junto con la debilidad del dólar para tirar con fuerza de los precios.
La cotización del Brent subió 11 dólares durante el mes de julio hasta cerrar el mes en 85,73 dólares por barril, su nivel más alto desde abril.
En cuanto a Rusia, sus exportaciones de petróleo siguen estables en torno a 7,3 mbd en julio, con China e India acaparando el 80 % de ese volumen.
Los mayores precios y los menores descuentos del petróleo ruso hicieron que los ingresos de Moscú por las exportaciones aumentaran ese mes en 2.500 millones de dólares hasta los 15.300 millones, pero aún así 4.100 millones de dólares menos que hace un año.