La Agencia Internacional de la Energía (IEA) volvió a revisar al alza su previsión de crecimiento de la demanda de petróleo para 2024, aunque su proyección sigue siendo inferior a las expectativas de la OPEP, y dijo que el mercado parecía bien abastecido debido al fuerte crecimiento fuera del grupo de productores.
La IEA y la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se han enfrentado en los últimos años por cuestiones como la futura demanda de petróleo. La IEA prevé que la demanda de petróleo alcance su punto máximo en 2030, a medida que el mundo se oriente hacia combustibles menos contaminantes, opinión que la OPEP rechazó en un artículo publicado el miércoles.
La IEA, que asesora a los países industrializados, predijo el jueves que el consumo mundial aumentará en 1,24 millones de barriles diarios (bpd) en 2024. Se trata de su tercera revisión al alza consecutiva en otros tantos meses, pero se sitúa por debajo de la previsión de la OPEP de 2,25 millones de bpd.
En un momento en el que los conflictos en Oriente Medio suscitan inquietud en torno a la oferta, la AIE señaló que —salvo interrupciones significativas de los flujos— el mercado parecía razonablemente bien abastecido en 2024 y que podría producirse un superávit si la OPEP y sus aliados retiran los recortes de producción previstos para el segundo trimestre.
La última revisión al alza del crecimiento de la demanda de la IEA, 180.000 bpd más que en su proyección anterior, se debió a la mejora del crecimiento económico mundial y a la bajada de los precios del crudo en el cuarto trimestre, así como a la expansión del sector petroquímico chino.
"Las perspectivas económicas de consenso han mejorado algo en los últimos meses tras el reciente giro a la baja de la política monetaria de los bancos centrales", señaló la IEA, con sede en París, en su informe de enero.
"El desplome de los precios del petróleo en el cuarto trimestre de 2023 actúa como un viento de cola adicional".
Los precios del petróleo comenzaron el año con debilidad, ya que la incertidumbre sobre la demanda contrarrestó el impacto de una nueva ronda de recortes de la oferta por parte de la OPEP y sus aliados, conocidos en conjunto como OPEP+, así como las crecientes tensiones en Oriente Medio.