Birol: La transición energética contribuye a la seguridad energética futura

El director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía (IEA) subrayó que la transición energética no sólo es necesaria para atenuar los efectos del cambio climático, sino que ofrece beneficios económicos
EFE Tuesday, 21 January 2025

El director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía (IEA), Fatih Birol, subrayó que la transición energética no sólo es necesaria para atenuar los efectos del cambio climático, sino que ofrece beneficios económicos ya y contribuye a la seguridad energética futura.

"Hay que ver las realidades de hoy, pero también lo que está por venir", señaló Birol en una mesa redonda del Foro de Davos en la que se debatía en particular las nuevas orientaciones energéticas de Donald Trump, que ha anunciado su retirada del Acuerdo de París sobre el cambio climático y un impulso a la producción de petróleo en Estados Unidos.

El responsable de la IEA, que reúne a la mayor parte de los países desarrollados, entre ellos Estados Unidos, señaló que si bien en la actualidad hay muchas "incertidumbres económicas y políticas" también hay que prestar atención en "un cierto número de certidumbres", como son la realidad del cambio climático y los retos de la seguridad energética ahora y en el futuro.

Insistió en que la clave para la seguridad energética es "la diversificación" con diferentes tecnologías, con las exportaciones e importaciones y con un aprovisionamiento de diversas fuentes, y recordó la situación delicada que vivió Europa durante la crisis de 2022-2023 por su fuerte dependencia del gas ruso.

Explicó que las renovables contribuyen a la diversificación, que a su eficiencia también ayudan los medios de almacenamiento de energía y que precisamente el pasado año el precio de las baterías bajó un 20 %.

Destacó que la energía solar es ahora la más barata para generar electricidad en prácticamente todo el mundo, y en particular en África, pero aún con las condiciones naturales allí, la energía solar en todo ese continente el pasado año fue inferior a la producida en Países Bajos, lo que es "muy injusto desde el punto de vista humanitario".

Birol hizo hincapié en que la transición energética está contribuyendo a que los sistemas energéticos sean "más seguros y previsibles", lo que conduce a precios más bajos y a menores dependencias.

"La transición energética no sólo reduce las emisiones, sino que da prosperidad a la gente y reduce las dependencias", repitió además de considerar que la transición energética y la seguridad energética tienen que ir de la mano.

El director ejecutivo también se esforzó en hacer notar que la transición energética "significa cosas diferentes en diferentes partes del mundo" y que "cada país tiene que ser diferente", pero en paralelo advirtió que los que no consideran que es un fenómeno real están perdiendo en términos económicos y no preparan la economía de cara al futuro.

"No hay que ser dogmáticos, hay que ser pragmáticos", afirmó después de haberse referido al "error histórico" que a su juicio ha cometido Alemania al cerrar sus centrales nucleares de forma anticipada sin disponer de una alternativa para sustituir la electricidad que generaban: "Eso no ha contribuido a una transición sana".

En la misma mesa redonda intervino el consejero delegado de la petrolera indonesia Petronas, Muyhammad Taufik, que puso un cierto contrapunto al debate sobre el Acuerdo de París del cambio climático al estimar que lo que ha ocurrido en la última década ha habido "una colisión entre el idealismo y las realidades económicas".

Según Taufik, "la realidad" es que los responsables de los gobiernos y corporativos tienen que dar respuesta a las demandas de la población, en especial en Asia -que está viviendo un dinamismo económico- para que continúe la actividad, y eso se tiene que hacer con petróleo y con gas.

Admitió que la explotación del petróleo y del gas tiene que adaptarse al cambio climático, pero "la realidad" es que en Asia el 85 % del consumo de energía se cubre con combustibles fósiles.

La ministra portuguesa de Energía y Medio Ambiente, Maria de Graça Carvalho, explicó que en su país el peso de las renovables en la generación de electricidad subió al 71 % en 2024, que en sus planes esperan llegar al 95 % para 2030 y que su apuesta por la transición energética "es un factor de competitividad" y una de las bazas para atraer inversión.

Graça de Carvalho también habló de que "nuestro mercado interior con España (en la energía) es muy importante", teniendo en cuenta las dificultades de las interconexiones de la península ibérica con Francia.