El presidente director general de Aramco, Khalid Al Falih, quien también ocupa el cargo de ministro de Energía saudita, anunció su substitución al frente de la petrolera estatal, antes de su probable salida en bolsa.
"Felicito a mi hermano Yasir al Rumayan, al frente del Fondo de inversiones públicas, por su designación como presidente del consejo de administración de Aramco, donde iniciará una gran etapa para preparar la empresa para su entrada en bolsa", afirmó Falih en Twitter.
Rumayan, que ya formaba parte del consejo de administración del gigante del petróleo, dirigía hasta ahora el fondo soberano saudita, en el que supervisaba un ambicioso plan de diversificación de la economía de la monarquía wahabita, muy dependiente del crudo.
Este anuncio se produce pocos días después de que Falih perdiera el viernes las competencias sobre la industria y recursos mineros que hasta ahora formaban parte del Ministerio de Energía.
Aramco ya había informado de su voluntad de vender el 5 por ciento de sus participaciones en el mercado bursátil, una operación anunciada en 2016 y prevista inicialmente para 2018, pero que se retrasó hasta 2021.
Cuando se efectúe, será la venta de acciones más importante en el mundo.
Esta operación forma parte de un plan de reformas impulsado por el príncipe heredero, Mohamed bin Salmán, con el que pretende que el Estado saudita recaude unos 100 mil millones de dólares.
El gigante del petróleo anunció en agosto unos beneficios de 46.900 millones de dólares, un 12 por ciento menos respecto al primer semestre del año pasado. Esta publicación de los resultados es inhabitual en una empresa que desde su nacionalización en la década de 1970 había mantenido en secreto sus datos de facturación y beneficios.
Según la agencia Moody's, Aramco, que produce cerca del 10 por ciento del crudo mundial, fue en 2018 la empresa más rentable del planeta.