El gigante petrolero saudí Aramco anunció una caída del 25 por ciento de su beneficio neto en el primer trimestre debido al derrumbe de los precios del petróleo, y afirmó que la crisis del coronavirus frenará la demanda y los rendimientos durante todo el año.
Aramco tuvo un beneficio neto de 62.500 millones de riales (16.660 millones de dólares) en los tres primeros meses del año, contra 22.200 millones de dólares en el mismo período anterior de 2019, precisó la mayor empresa cotizada en bolsa del mundo.
"La crisis del covid-19 no se parece en nada a lo que el mundo ha conocido en la historia reciente y nos adaptamos a un entorno comercial muy complejo y de rápida evolución", declaró en un comunicado el presidente ejecutivo de Aramco, Amin Nasser.
Según la empresa, la caída de los beneficios refleja la vertiginosa caída de los precios del crudo, y la disminución de los márgenes de refinado y de productos químicos.
"Para el resto del año 2020 esperamos que el impacto de la pandemia de covid-19 en la demanda mundial de energía y los precios del petróleo lastre nuestros ingresos", agregó.
La ralentización de la actividad económica debido a la pandemia del coronavirus ha causado un cataclismo en el mercado mundial del petróleo, también golpeado por una guerra de precios entre Arabia Saudita y Rusia, respectivamente tercero y segundo productores del mundo.
El resultado es que el precio del crudo se derrumba desde marzo, hasta su nivel más bajo en cerca de 20 años, perdiendo dos terceras partes de su valor.
El lunes, el ministerio de Energía de Arabia Saudita pidió a Aramco que redujera su producción en un millón de barriles diarios adicionales a partir de junio, para sostener los precios del crudo.
La decisión recortará la extracción del mayor exportador mundial a 7,5 millones de barriles diarios, señaló el ministerio en un comunicado publicado por la agencia de prensa oficial saudita SPA.