El beneficio de la petrolera española Repsol cayó un 43,9 por ciento en el segundo trimestre de este año, a causa del retroceso de los precios del crudo y la falta de elementos extraordinarios, anunció la compañía.
El beneficio neto en el período abril-junio ascendió a 525 millones de euros, por encima de las previsiones de analistas recogidas por la plataforma financiera Factset (482 millones).
En el segundo trimestre de 2018, el resultado de Repsol se había visto beneficiado por la plusvalía derivada de la venta de su participación del 20 por ciento en el grupo gasístico español Naturgy.
La compañía petrolera destacó en su comunicado que el resultado neto ajustado, que refleja más fielmente su actividad al descartar las plusvalías excepcionales, sólo retrocedió un 9,5 por ciento, quedando en 497 millones de euros.
Por segmentos, la rama de exploración y extracción (upstream) acusó un nivel de precios inferior respecto al mismo período de 2018, y el beneficio cayó un 10,3 por ciento, a 323 millones de euros.
Igualmente acusó una caída en la producción de petróleo y gas, debido a tareas de mantenimiento en el continente americano, donde Repsol está muy presente.
La rama de refino y distribución (downstream) tuvo por su lado un beneficio de 311 millones de euros, un 7,7 por ciento menos que hace un año, al reducirse a la mitad el margen en la actividad de refinado.
La deuda neta de Repsol se mantuvo estable respecto al final del trimestre anterior, situándose en 3.662 millones de euros a 30 de junio, 24 millones menos que el 31 de marzo. No obstante, aumentó un 35 por ciento en términos interanuales.
El grupo petrolero anunció por otro lado una reducción del 5 por ciento en su capital, con lo que espera incrementar la rentabilidad de sus acciones.