La estatal brasileña Petrobras ofreció a sus trabajadores en huelga un alza salarial de un 9,54 por ciento, en un esfuerzo por poner fin a una paralización de 10 días y evitar que cause más pérdidas a la producción.
Dirigentes del sindicato, sin embargo, dijeron que el acuerdo casi no presenta concesiones en sus demandas más importantes. Estas incluyen llamados a que la compañía revierta los recortes a la inversión y bloquee las ventas previstas de activos diseñadas para reducir la deuda de la compañía.
La deuda de la estatal, de más de 130.000 millones de dólares, es la mayor de cualquier gran petrolera en el mundo.
La huelga, que ha reducido la producción de los campos petroleros y refinerías, es la mayor que ha enfrentado Petrobras en 20 años.
Segen Estefen, miembro del directorio de Petrobras, dijo anteriormente el martes que la paralización estaba "desangrando" a la compañía y podría dañar a los empleados al reducir su capacidad para invertir. Miembros del sindicato habían pedido inicialmente un aumento de un 18 por ciento.
"Estamos considerando la oferta, pero no presenta ninguna concesión concreta a nuestras principales demandas", dijo Leopoldino Ferreira de Paula Martins, director de comunicaciones del sindicato FUP, en una entrevista telefónica.
El FUP dijo en una comunicación que su consejo deliberativo se reunió previamente en el día para considerar la oferta y que volvería a encontrarse en la jornada de hoy en Río de Janeiro. La nota también pide a los miembros que continúen con su huelga.
La paralización ha llevado a Petrobras a perder cerca de 115.000 barriles por día de producción de petróleo, o cerca de un 5,5 por ciento respecto a los niveles previos a la movilización.