El presidente ejecutivo de Royal Dutch Shell, Ben van Beurden, indicó a inversores que la decisión de los británicos de dejar la Unión Europea podría frenar el plan de venta de activos de la empresa por 30.000 millones de dólares, especialmente en el Mar del Norte.
La declaración, realizada esta semana durante un evento con inversores y analistas, se conoce en un momento en que Shell encargó a Bank of America Merrill Lynch encontrar compradores para varios de sus activos clave en el Mar del Norte, con la esperanza de recaudar por lo menos 2.000 millones de dólares.
La petrolera anglo-holandesa había apuntado previamente a cerrar la venta de decenas de activos en todo el mundo aproximadamente en 2018 para ayudar a financiar la adquisición de su rival BG por 54.000 millones de dólares, una operación que se completó en febrero.
El jefe financiero de la petrolera, Simon Henry, había indicado previamente que el programa de desinversión podría tomar más tiempo que el estipulado inicialmente.
En esa línea, Van Beurden dijo que la incertidumbre que sacude a los mercados mundiales tras el referendo que selló la salida de Reino Unido de la Unión Europea el 23 de junio será un obstáculo para el programa, de acuerdo a dos inversores que participaron del evento.
"Ben dijo que después del 'Brexit', las ventas podrían tardar más de tres años en completarse", dijo a Reuters una fuente que pidió no ser identificada debido a que el evento, organizado por Shell, no era abierto al público. El ejecutivo holandés de 58 años dijo que el 'Brexit' "hará que sea más difícil ejecutar las ventas", especialmente en el Mar del Norte, de acuerdo con una segunda fuente.
Un portavoz de Shell dijo en respuesta que "no ha habido cambios en las declaraciones anteriores que hicimos en los últimos tres años sobre un programa de desinversión de 30.000millones de dólares".