Chevron Corp, la segunda mayor petrolera con sede en Estados Unidos, recortó su presupuesto del 2016 en un 25 por ciento y dijo que despediría a casi el 10 por ciento de su fuerza laboral, en una de las reacciones más drásticas a la fecha al desplome de los precios del crudo.
El derrumbe de los precios del petróleo ha obligado a Chevron y a decenas de sus pares a tomar difíciles decisiones sobre los proyectos que financiará para compensar por el declive natural de la extracción de sus actuales yacimientos.
Las opciones disponibles son mucho más intrincadas para multinacionales como Chevron que dependen en gran medida de sus enormes presupuestos para financiar proyectos de exploración cruciales en el hallazgo de nuevas fuentes de energía.
Chevron dijo que planea desembolsar entre 25.000 millones y 28.000 millones de dólares el próximo año y que prevé recortar más los gastos en el 2017 y el 2018, una decisión con la que admitiría que no espera que los precios del crudo suban demasiado en el futuro cercano.
La compañía con base en California dijo también que despedirá a entre 6.000 y 7.000 trabajadores como parte de su plan de recortes. "Estamos enfocados en mejorar los resultados cambiando los factores que podemos controlar", dijo en un comunicado el presidente ejecutivo John Watson.
Chevron vio un fuerte descenso de sus utilidades trimestrales, aunque de todas formas superó las expectativas de Wall Street debido a que aplicó recortes de costos y registró sólidos márgenes por refinación.
La petrolera reportó una ganancia neta de 2.040 millones de dólares, o 1,09 dólares por acción, comparables a una utilidad de 5.590 millones de dólares, o 2,95 dólares por papel, en el mismo periodo del año previo.
La producción cayó un 1 por ciento a 2,5 millones de barriles de petróleo equivalente por día.