Chevron, la mayor petrolera estadounidense, anunció unos resultados moderados en el primer trimestre que reflejaron el impacto de la baja en los precios del crudo y los costos de mantenimiento de sus refinerías.
La firma había anunciado hace poco más de una semana la compra de la también estadounidense Anadarko, por un total de 33.000 millones de dólares. Recientemente, durante una conferencia telefónica sobre los resultados trimestrales, su director ejecutivo, Michael Wirth, se mostró confiado en que la operación, una de las más importantes del sector petrolero en varios años, se concretará, pero indicó que podría retractarse si el precio se vuelve irrisorio.
Occidental Petroleum desafió el acuerdo con una oferta más alta. "Confiamos en que la transacción acordada entre Chevron y Anadarko se complete", dijo Wirth.
Algunos analistas esperan que Chevron mejore su oferta de 65 dólares por acción hasta los 76 ofrecidos por su competidor, lo que eleva la cifra a unos 57.000 millones de dólares.
En comparación con Occidental, Wirth destacó la condición financiera de Chevron, a su criterio más sólida, y dijo que el acuerdo no dejaría a la compañía con demasiada deuda, lo que podría representar una preocupación para Occidental.
En el trimestre de enero a marzo, Chevron destacó un aumento de 6,7 por ciento en su producción de hidrocarburos, lo que resultó en 3,04 millones de barriles de petróleo por día al 31 de marzo, gracias a los depósitos de la Cuenca Pérmica (Texas) y de gas natural licuado (GNL) en Australia.
El beneficio trimestral neto cayó un 27,1 por ciento hasta los 2.650 millones de dólares, pero aún así se produjo una ganancia por acción de 1,39 dólares, sobre el promedio de 1,30 esperado por analistas.
En cambio, los ingresos de 35.200 millones, un 7 por ciento menos en la comparación interanual, resultaron inferiores a los 38.420 millones de dólares anticipados.