Las autoridades venezolanas detuvieron a 11 funcionarios de la estatal PDVSA acusados de sabotear la producción petrolera, en su nivel más bajo en los últimos 30 años, según informó la Fiscalía.
Los arrestos fueron ordenados por una supuesta negligencia "premeditada" en el despacho de nafta, un derivado usado en la producción de crudo, e irregularidades en la carga de dos buques petroleros, dijo el fiscal general, Tarek William Saab, ante la prensa.
La Fiscalía asegura que por el primer caso se dejaron de producir 175.000 barriles de crudo, y que esto, sumado a las fallas en los embarques, ocasionó una pérdida de 14 millones de dólares.
Saab describió estas prácticas como un "sabotaje a la economía nacional".
Las supuestas maniobras con la nafta, registradas el pasado 14 de junio, afectaron operaciones en las empresas mixtas Petromonagas y Petrosinovensa en la Faja Petrolífera del Orinoco, amplio territorio de unos 55.000 km2 en el sureste de Venezuela, país que concentra las mayores reservas de petróleo del mundo.
El otro hecho se registró entre el 16 y el 17 de junio "cuando se cometieron graves errores" en la carga de 1,8 millones de barriles de crudo -tipo Merey- en dos buques.
Las investigaciones determinaron la falta de 200.000 barriles en uno de los barcos, mientras se "comprobó (...) una carga excedente de 162.000 barriles" en otro buque, detalló Saab.
Además, las "pruebas determinaron que se contaminó el crudo" por lo que PDVSA tuvo que compensar al cliente rebajando el precio.
Las denuncias se producen en medio de un estancamiento en la producción de petróleo, que aporta 96% de los ingresos del país sumido en una debacle económica.