El gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, endureció restricciones financieras a Venezuela, colocando en la lista negra a una subsidiaria de la petrolera rusa Rosneft, que según funcionarios estadounidenses proporciona un salvavidas al mandatario Nicolás Maduro.
En una medida que aumentó la presión sobre Rusia, que Washington considera el principal respaldo del gobierno de Maduro, Estados Unidos acusó a Rosneft Trading SA de haber apoyado el sector petrolero venezolano y evadido activamente las sanciones norteamericanas.
Las sanciones, anunciadas por el Departamento del Tesoro en un comunicado en su página web, se dirigen a Rosneft Trading. Estados Unidos también emitió una licencia general que permite a las empresas 90 días para cerrar sus transacciones con esa compañía, según un aviso en el sitio web del Departamento.
La acción del Tesoro congela los activos de la unidad comercial del gigante petrolero ruso, Rosneft Trading SA, con sede en Ginebra; y a su presidente, Didier Casimiro.
En enero del año pasado, Washington reconoció al líder opositor venezolano, Juan Guaidó, como el presidente interino legítimo de la nación OPEP y comenzó a aumentar las sanciones y la presión diplomática sobre el gobierno de Maduro.
Un año después, Maduro sigue en el poder, respaldado por los militares, así como por Rusia, China y Cuba.
Rosneft Trading y su presidente "negociaron la venta y el transporte de petróleo crudo venezolano", dijo el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin en un comunicado. "Estados Unidos está decidido a evitar el saqueo de los activos petroleros de Venezuela por el corrupto régimen de Maduro".
Rosneft declinó hacer comentarios.
La decisión de sancionar a Rosneft Trading SA fue aprobada por Trump, dijo un alto funcionario de la administración, y el secretario de Estado, Mike Pompeo, discutió el sábado con su homólogo ruso, Sergei Lavrov, al margen de la conferencia de seguridad de Munich, en Alemania.
"Esta es una reacción al creciente y cada vez más central papel de Rosneft en los asuntos de Venezuela, particularmente en el transcurso del año pasado", dijo un alto funcionario de la administración a periodistas en una conferencia telefónica.
Estados Unidos también reiteró su llamado a todas las compañías del mundo para que cesen sus negocios con el gobierno de Maduro y agregó que el paso del martes fue parte de una campaña más amplia.
Pero no está claro que la medida del martes reduzca los ingresos por exportaciones que fluyen hacia el gobierno de Maduro, que continúa disfrutando del respaldo de Moscú en un enfrentamiento que recuerda cada vez más a la Guerra Fría.