Se están viviendo tiempos difíciles para las compañías petroleras. Los precios del crudo han caído 60 por ciento desde Junio, la demanda se encuentra débil y el mundo continúa produciendo más petróleo del que necesita. Además del hecho de que cada vez se torna más difícil y costoso extraer crudo y las compañías gastan más dinero por cada barril que producen.
Aún ante este panorama no muy alentador, Exxon Mobil, una de las firmas petroleras más importantes de Estados Unidos, registró más de $6 mil millones de dólares de ganancias en el último trimestre de 2014.
El sitio Bloomberg.com indicó que la cifra es menor a los más de $8 mil millones registrados durante el mismo período el año anterior, pero en aquel entonces el precio por barril era de $97 dólares, 25 por ciento más que en 2014.
Mientras tanto, los competidores de Exxon tuvieron mayores pérdidas, como fue el caso de Chevron, cuyas ganancias cayeron un 30 por ciento. Hecho que deja a Exxon Mobil mejor parado ante la crisis.
Posibles mega-fusiones
Por otro lado, Bloomberg analiza también la probabilidad de que la caída de precios del crudo lleve a mega-fusiones de las grandes compañías del sector, similares a las sucedidas a fines de los ’90 y principios del nuevo milenio, y nombra una posible unión entre Exxon y BP.
Es justamente por esto que el analista petrolero de Oppenheimer, Fadel Gheit, asegura que Exxon se encuentra en un buen momento para realizar “adquisiciones masivas” antes de que los precios vuelvan a subir. “Es el momento de hacerse grandes y esta compañía lo puede lograr”, dijo Gheit.
Entre las posibilidades analizadas por los expertos, Exxon deberá decidir qué sector del mercado petrolero fortalecer, y la gran mayoría se inclina hacia el petróleo de esquisto.
Exxon no participó del boom del fracking en Estados Unidos ya que decidió enfocarse en el Ártico y en los bloques offshore. Sin embargo, tras la caída de los precios resulta un sector interesante. Dependerá de las ganas que tenga la compañía de sacar ventaja de la crisis.