Las petroleras mundiales Chevron y Royal Dutch Shell están poniendo en venta refinerías pequeñas, buscando desprenderse de los activos con bajos márgenes de rentabilidad ante los problemas que supone para ellos el repunte de los precios del crudo.
Chevron, la segunda petrolera de Estados Unidos, está buscando interesados en sus estaciones de refinación y gasolina en Burnaby (Columbia Británica), según informó la compañía a la agencia Reuters.
Por su parte, Shell estaría buscando compradores para su refinería en Martínez (California).
Estas dos compañías, junto con Exxon Mobil Corp y BP Plc, han vendido capacidad refinadora de más de un millón de barriles de crudo por día en Estados Unidos en los últimos tres años, según Stratas Advisors, una consultoría con sede en Houston.
Las cinco petroleras más grandes del mundo todavía cuentan en conjunto con suficiente capacidad en Estados Unidos para refinar cerca de 4,7 millones de barriles por día.
Los márgenes de ganancias en refinación han caído desde los máximos alcanzados en 2015 y el temor es que a medida que los precios del crudo repuntan tras una ola vendedora de dos años las refinerías licuen sus márgenes, mientras el precio del petróleo sube pero el de la gasolina no lo acompaña.
Vender las plantas mientras los márgenes son razonablemente elevados les permite a las grandes petroleras evitar que sus hojas de balance se vean afectadas.
El sector de refinación siguió siendo rentable durante el derrumbe del precio del crudo, por lo que estas plantas pueden atraer un precio más alto que los activos de exploración y producción.
Chevron y Shell tienen los mayores déficits de flujo de efectivo, dijo Lysle Brinker, de la firma IHS Energy, por lo que tienen la mayor motivación para vender.
Ambas compañías han estado invirtiendo en otras áreas de negocios. Shell puso 53.000 millones de dólares para quedarse con BG Group este año, mientras que Chevron ha estado gastando fuerte en proyectos a gran escala de gas natural licuado.
"Están con menos dinero, y están apurando la venta de activos que obtendrán precios bastante decentes", señaló Brinker.
"Un montón de los activos que los grandes jugadores han estado vendiendo son de refinación y de transporte, pues esos han sido los más buscados por los fondos privados y otros inversores porque tienen un flujo de efectivo más parejo", agregó.