Los grandes petroleras del mundo se enfrentan al período más largo de recorte de inversiones en décadas, ante un mercado en que los precios del crudo están en mínimos de 11 años, pero aún así se prevé que pidan más créditos para mantener los pagos de dividendos que exigen los inversores.
Con el barril en unos 37 dólares, los precios están muy por debajo de los 60 dólares que necesitan empresas como Total, Statoil y BP para equilibrar sus resultados.
Las petroleras internacionales nuevamente están viéndose obligadas a recortar el gasto, vender activos, eliminar empleos y retrasar proyectos porque la baja del petróleo no da señales de revertirse.
Productores estadounidenses como Chevron y ConocoPhillips han informado de planes para reducir sus presupuestos en un cuarto en 2016. Royal Dutch Shell anunció recortes adicionales de gastos por 5.000 millones de dólares si concreta su adquisición de BG Group.
Las previsiones son que la inversión en petróleo y gas en el mundo caiga este año a un mínimo de seis años de 522.000 millones de dólares, tras una baja de un 22 por ciento, a 595.000 millones de dólares, en 2015, según la consultora Rystad Energy, con sede en Oslo.
"Esta será la primera vez desde la caída del petróleo en 1986 en que veremos dos años consecutivos de bajas de las inversiones", dijo a Reuters Bjoernar Tonhaugen, vicepresidente de mercados de petróleo y gas de Rystad Energy.
Sin embargo, con una relación entre deuda y capital relativamente baja, en un nivel de un 20 por ciento, fuentes del sector dicen que las empresas pedirán más crédito para cubrir el déficit de ingresos y poder proteger los pagos de dividendos.
Shell no ha recortado su dividendo desde 1945, una tradición que su gerencia actual no quiere romper. El resto del sector también es reacio a reducir los pagos de dividendos por temor a una fuga de accionistas, que incluyen a los mayores fondos de pensiones e inversiones del mundo.
Exxon Mobil y Chevron se benefician de los ratios de deuda más bajos entre las grandes petroleras, mientras que Statoil y Repsol soportan el mayor peso financiero, según el analista de Jefferies Jason Gammel.