La tensión entre el titular del Sindicato de Petróleo y Gas Privados, Guillermo Pereyra, y la petrolera estatal YPF se ha acrecentado en los últimos días, tras una nueva embestida contra el actual CEO y presidente de la compañía, Miguel Galuccio.
El también senador volvió a criticar duramente la gestión de la cúpula de la petrolera al asegurar que “no sólo se tiene que ir Miguel Galuccio sino toda la primera línea de YPF, que son los responsables de este desastre, como también son responsables de todas las cláusulas secretas del acuerdo con Chevron”.
Por su parte, la compañía repudió los dichos de Pereyra e indicó en un comunicado que el sindicalista “llama la atención que el responsable del sindicato que representa a la gran mayoría de los trabajadores de la industria petrolera, que se expandió como nunca antes en la cuenca neuquina, critique a una gestión con la que ha compartido esfuerzos y acciones que hoy parece desconocer”.
"Los resultados de YPF, que hasta hace poco tiempo han sido valorados y destacados públicamente por Pereyra, muestran a una gestión responsable y profesional, que ha respondido con creces a los desafíos que se plantearon al asumir el compromiso de esta gestión", continuó el comunicado.
Sin embargo, según informó el diario de Río Negro, el fuego cruzado no se detuvo allí. Pereyra respondió a las declaraciones de la petrolera y reiteró que “se tiene que ir la primera línea (de YPF) que está toda contaminada”.
En esta ocasión, en declaraciones a AM Cumbre acusó a Jesús Grande, vicepresidente de Upstream de la compañía, de ser “un desastre, es una persona que tiene inclinaciones nazis”.