El incremento obedece en buena parte a un salto del 65 % en las exportaciones de petróleo, que en los primeros siete meses del año ascendieron a 3.115 millones de dólares.
Este aumento se asienta en una creciente producción de crudo en la formación de hidrocarburos no convencionales de Vaca Muerta (suroeste), donde también ha aumentado la producción de gas natural, permitiendo asimismo a Argentina reducir sus necesidades de importación de gas, particularmente en el invierno austral.
Así, en los primeros siete meses del año, las importaciones energéticas cayeron a 2.731 millones de dólares, con un derrumbe interanual del 50,9 %.
Con este resultado, la balanza energética de Argentina logró acumular un superávit de 2.934 millones de dólares entre enero y julio pasado.