El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, nombró a los nuevos cuatro vicepresidentes de áreas medulares de la estatal PDVSA, así como al nuevo jefe de la filial que maneja las empresas mixtas con petroleras privadas, indicó la compañía en un comunicado.
La medida se conoce una semana después que una comisión de reestructuración de PDVSA designada por Maduro y presidida por el vicepresidente de Economía, Tareck El Aissami, solicitara a los vicepresidentes, a principios de mes, poner sus cargos a la orden.
Según el decreto presidencial, fue nombrado Erwin Hernández Hernández como vicepresidente de Exploración y Producción; Gabriel Oliveros, vicepresidente de Refinación; Antonio Pérez Suárez como encargado de la vicepresidencia de Comercio y Suministro; y Oswaldo Pérez Cuevas, también como encargado de la vicepresidencia de Finanzas.
- Hernández Hernández ocupó cargos clave tras estar como gerente en el terminal de Jose, el principal puerto petrolero de Venezuela, además una gerencia en la empresa mixta Petrocedeño, un proyecto conjunto de crudo extrapesado entre PDVSA, la francesa Total y Equinor de Noruega.
- Oliveros se desempeñó como director ejecutivo de PDVSA para nuevos proyectos de refinación.
- Antonio Pérez Suárez, ocupó anteriormente un cargo de director en un comercializador y distribuidor estatal de productos de fabricación local conocido como "Venezuela Productiva".
- Germán Márquez, quien viene de ocupar el viceministerio de Hidrocarburos en el ministerio de Petróleo, fue nombrado como presidente, en calidad de encargado, de la Corporación Venezolana del Petróleo (CVP), que administra las participaciones de PDVSA en empresas conjuntas de exploración y producción con compañías petroleras privadas.
Maduro también designó a Víctor Zamora como gerente de Recursos Humanos.
El gobierno lanzó una comisión presidencial para reestructurar PDVSA que dirige El Aissami, sancionado hace tres años por presunto tráfico de drogas y entre los más buscados por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Los cambios vienen cuando la producción de crudo se encuentra en su nivel más bajo en décadas y en medio de más sanciones estadounidenses contra la industria petrolera, en un intento de cortar a Venezuela su exportación de crudo y presionar la salida de Maduro.