La petrolera brasileña Petrobras cerró su cuarto año consecutivo con pérdidas en 2017, impactada por una multimillonaria indemnización pagada a inversores en Estados Unidos por el escándalo de corrupción que golpea a la compañía.
El gigante de los hidrocarburos registró una pérdida neta de 446 millones de reales el año pasado (139,7 millones de dólares al cambio promedio de ese año), anotando pese a todo una fuerte reducción respecto al resultado negativo de 14.824 millones de reales de 2016, según informó la petrolera.
El balance estuvo lastrado por dos factores no recurrentes: el pago de 2.950 millones de dólares en Estados Unidos (11.198 millones de reales) y la adhesión de la compañía a programas de regularización de deudas federales, por 10.433 millones de reales.
Petrobras ya había anticipado que el costo para cerrar la acción colectiva en un juzgado de Nueva York, la mayor indemnización de una empresa extranjera en la historia de Estados Unidos, impactaría en sus resultados del cuarto trimestre.
Sin esos elementos, "la empresa hubiese tenido un beneficio neto de 7.089 millones de reales", indicó en rueda de prensa el presidente del grupo, Pedro Parente, destacando una "trayectoria consistente de recuperación".
En un año en que la compañía aumentó sus exportaciones netas de crudo, a mejores precios que en 2016, y consiguió cortar gastos de personal y los ocasionados por sus pozos ociosos, el resultado previo al pago de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones (Ebitda) ajustado fue de 76.557 millones de reales, un 14% menos que en 2016.
El cuarto trimestre reflejó los costos derivados de los factores excepcionales y cerró con una pérdida neta de 5.477 millones de reales, frente a ganancias de 2.510 millones en el mismo periodo de 2016.