La petrolera estatal brasileña Petrobras anunció que elevará el precio de la gasolina en un 6 por ciento y del diésel en un 4 por ciento en las refinerías de Brasil.
El cambio, que entra en vigencia en el día de la fecha, viene en momentos en que la firma lucha con una fuerte carga de deuda, el declive en los precios del petróleo y un escándalo de corrupción.
Durante años Petrobras importó gasolina y la vendió localmente con una pérdida a fin de ayudar al Gobierno a mantener controlada la inflación. Pero la política llevó a miles de millones de dólares en pérdidas y contribuyó a convertir a Petrobras en la petrolera más endeudada del mundo.
Llevar los precios locales de los combustibles en línea con los niveles internacionales es vital para apuntalar las finanzas de Petrobras y permitir a la compañía vender activos de refino, dijeron previamente a Reuters fuentes con conocimiento directo del asunto.
Aunque los precios internacionales de los combustibles han caído drásticamente, un debilitamiento de un 35 por ciento del real frente al dólar este año ha significado que los precios en las gasolineras de Brasil siguen siendo bajos.
El aumento de los precios podría dar impulsar adicionalmente a la ya elevada tasa de inflación en Brasil, que los economistas predicen llegará a un 9,5 por ciento en el 2015.