La petrolera brasileña Petrobras aceleró en las últimas 24 horas sus ventas de activos dentro de un plan de saneamiento de cuentas, con la privatización de BR Distribuidora y la cesión de dos campos de exploración y producción de hidrocarburos en aguas someras, por un total cercano a los 3.800 millones de dólares.
La privatización de BR Distribuidora, su filial de distribución de derivados del crudo, le permitirá a la petrolera controlada por el estado brasileño recaudar al menos 8.560 millones de reales (2.300 millones de dólares), dejando de ser el socio mayoritario.
Y las ventas de activos en aguas poco profundas frente al litoral sudeste de Brasil totalizan 1.500 millones de dólares, señaló en el comunicado.
Trident Energy, una firma constituida en 2016 con el soporte financiero del Fondo Warburg Pincus, aceptó pagar 851 millones de dólares para hacerse con el control de los Polos Pampo y Enchova (cuenca de Campos), que produce actualmente 25.500 barriles diarios de petróleo y gas.
La filial brasileña de Karoon, una firma con sede en Australia, pagará por su lado 665 millones de dólares por el 100 por ciento del control accionario del campo de Baúna (cuenca de Santos), que produce actualmente unos 20.000 barriles diarios de crudo.
Se trata de transacciones enmarcadas en el programa de desinversiones de Petrobras y "alineadas con la optimización de su cartera", indicó por la noche la empresa en un comunicado.
Petrobras busca concentrarse en su actividad de extracción en aguas ultraprofundas (presal), desprendiéndose de otros ramos, como una forma de restablecer sus cuentas después de haber sido golpeada en 2014 por un grave escándalo de corrupción y por la caída de los precios del crudo.