La petrolera española Repsol anunció que destinará hasta 850 millones de euros (943,84 millones de dólares) a recomprar 60 millones de acciones antes de final de año.
El gigante energético, que al igual que sus competidores europeos, se benefició el año pasado de los elevados precios del petróleo y el gas y ha aprovechado los beneficios inesperados para aumentar los pagos a los accionistas y recortar drásticamente su deuda neta.
Una vez completada, esta recompra elevará la cantidad total de acciones que la empresa ha recomprado desde principios de 2022 a 310 millones, lo que representa una reducción de capital del 20,3%. Esta cifra supera con creces los 200 millones de acciones que se comprometió a recomprar hasta 2025 en su plan estratégico.
Por otra parte, la empresa dio a conocer sus resultados del segundo trimestre, que —como se esperaba— se vieron afectados por la bajada de los precios de la energía.
El beneficio ajustado del periodo fue de 827 millones de euros (917,4 millones de dólares), por debajo de los 2.160 millones de euros de un año antes, cuando los precios del petróleo y el gas, así como los márgenes de refino, eran mucho más elevados.
Analistas esperaban un beneficio ajustado de 706 millones de euros, según una previsión de consenso facilitada por la empresa.
El beneficio neto descendió a 308 millones de euros desde los 1.150 millones del mismo trimestre del año anterior.
"Tras lograr todos los principales objetivos marcados en nuestro plan estratégico dos años antes de lo previsto, presentaremos una actualización de nuestro plan estratégico durante el primer trimestre de 2024", dijo el consejero delegado, Josu Jon Imaz.
La deuda neta de Repsol se situó en 797 millones de euros a finales de junio, 83 millones menos que en marzo.
