La compañía petrolera española Repsol reveló que obtuvo un beneficio neto trimestral de 608 millones de euros, casi estable, y superior a lo esperado gracias al alza de las actividades de producción.
Este resultado se ubicó por encima a lo previsto por los analistas interrogados por la agencia financiera Factset, que lo situaba en 582 millones, y es casi idéntico al del primer trimestre de 2018, cuando su beneficio neto fue de 610 millones.
Las actividades de extracción y de producción de hidrocarburos vieron su beneficio progresar en 12,5 por ciento a 323 millones, mientras que las actividades de refinación y distribución retrocedieron 4,9 por ciento a 404 millones.
En su sector de producción, Repsol pone de relieve los menores costes de explotación y la apreciación del dólar frente al euro, lo que compensó unos precios más bajos del crudo y una producción paralizada en Libia una buena parte del trimestre.
La compañía extrajo 700.000 barriles equivalentes de petróleo diarios en el periodo, un 3,7 por ciento menos que en el primer trimestre de 2018.
Del lado de la distribución, un invierno más amable en América del Norte y España hicieron recular las ventas de gas.
Su deuda progresó un 7 por ciento con respecto a fines de diciembre, a 3.686 millones de euros, debido principalmente a operaciones financieras.