La española Repsol dijo que el beneficio del primer trimestre cayó un tercio, aunque menos de lo esperado, afectado por la bajada de los precios del gas y un menor rendimiento de sus negocios de refino y comercialización.
El beneficio ajustado trimestral cayó a 1.267 millones de euros (1.360 millones de dólares) desde los 1.891 millones de euros de un año antes, superando la previsión media de la empresa de 1.190 millones de euros.
El beneficio neto cayó un 13%, hasta 969 millones de euros.
En febrero, Repsol esbozó un plan para impulsar la diversificación de su negocio tradicional de petróleo y gas hacia las energías renovables.
Al igual que otras grandes petroleras, ha prometido una rentabilidad récord a pesar de una fuerte caída del beneficio desde los máximos históricos de 2022, cuando los precios del petróleo y el gas se dispararon tras la invasión rusa de Ucrania.
El consejero delegado, Josu Jon Imaz, dijo en un comunicado que los resultados del primer trimestre mostraban que el plan trienal de la empresa es sólido.
El beneficio ajustado de la división de exploración y producción descendió un 6,8%, afectado también por la venta de sus activos canadienses.
En su división industrial, el beneficio ajustado se desplomó un 43% después de que los márgenes de refino volvieran a niveles más normales en comparación con los niveles extremadamente altos del mismo trimestre del año anterior.