El próximo 21 de septiembre, la petrolera REPSOL quedará fuera del índice Euro Stoxx 50, que nuclea a las mayores y más líquidas empresas de Europa en los mercados. La salida obedece a la fuerte depreciación de la acción de Repsol como consecuencia del derrumbe en los precios del petróleo.
La compañía acumuló una caída superior al 18% durante 2015 mientras que el índice Eurostoxx subió más de 3% en el mismo periodo.
La decisión no tiene por qué tener un grn impacto en los precios, ya que la cotización de la petrolera cayó de manera notable, pero el impacto negativo puede venir por el lado de los fondos de inversión que se rigen por el índice Euro Stoxx que deberán desamar posiciones en Repsol, algo que podría provocar una mayor debilidad en el mercado para las acciones de la compañía.
Al cierre del 9 de septiembre, Repsol terminó a €11,88, con una recuperación de 1,24% respecto al cierre anterior. El 2015 no ha sido un gran año para Repsol, que se ha visto afectada por la caída de precios del petróleo, mientras que adquirió la petrolera canadiense Talisman, operación recientemente autorizada que ha tenido un impacto importante en las ganancias de la firma española, que se vieron reducidas en un 20 por ciento.
La salida del Euro Stoxx 50 quita a Repsol del radar de los fondos más conservadores, pero es importante destacar que mientras los precios han registrado fuertes caídas, la gestión del downstream de la firma la ubican como la líder europea en refinación.
Los inversores creen de todas maneras que Repsol puede ofrecer una oportunidad de compra, ya que las grandes carteras han sacado a la empresa de su campo de acción. El mercado se divide entre los que creen que las acciones de REPSOL se recuperarán porque ya han caído suficiente y los que esperan nuevos mínimos.