Se estima que la petrolea anglo-holandesa Royal Dutch Shell comenzará con sus tareas de perforación en el Ártico en las próximas dos semanas.
El Departamento de Interior estadounidense le dio luz verde a Shell para que comience las exploraciones petroleras en el Ártico en mayo de este año, y la compañía confía en que obtendrá los permisos restantes en las próximas semanas.
El jueves partieron treinta buques del puerto Dutch Harbor de Alaska para dar comienzo a la actividad en dos pozos exploratorios.
La BBC detalló que la compañía lleva invertidos unos 7.000 millones de dólares en el controversial proyecto, y se muestra confiado en que hallarán cantidades importantes de crudo en la región.
Sin embargo, Shell aseguró que si las exploraciones en los pozos iniciales no son exitosas, contemplará la posibilidad de retirarse de la región.
Los dos pozos iniciales estarán en aguas someras, de 40 a 50 metros de profundidad en las costas de Alaska, y utilizarán métodos convencionales de perforación. La petrolera determinará entonces si las cantidades de crudo bombeadas justifican la continuidad del proyecto para fines del 2016.
Grupos ambientalistas se oponen al regreso de Shell a las exploraciones en el Ártico, ya que aseguran que tendrá un impacto negativo en el medio ambiente y que existe el riesgo de que se produzcan derrames en una zona considerada de alto valor ecológico.
Por su parte, Shell indicó que a pesar de los riesgos ambientales, el petróleo puede ser extraído de manera segura.