Irak alcanzó un acuerdo con la petrolera británica BP, la anglo-holandesa Shell y la rusa Lukoil para retomar las inversiones en yacimientos de petróleo que están desarrollando esas firmas, lo que permitirá la reanudación de proyectos que fueron suspendidos este año y un aumento de la producción de crudo en 2017.
Los acuerdos, alcanzados en julio y agosto, retrasan a la segunda mitad del año los proyectos que las tres empresas planeaban desarrollar en el primer semestre, que fueron suspendidos debido a los bajos precios del petróleo.
Como resultado de la inversión, la producción de crudo de Irak debería aumentar entre 250.000 y 350.000 barriles por día el próximo año, afirmaron funcionarios iraquíes. El país produce actualmente unos 4,6 millones de barriles por día.
Irak es el segundo mayor productor de crudo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) después de Arabia Saudita y los aumentos en su bombeo, junto a los de Irán, podrían agravar la sobreoferta global de crudo y complicar las discusiones entre los miembros del cártel y los países fuera del grupo sobre establecer límites a la producción para apuntalar los precios.
Según indicó Reuters, Shell, BP y Lukoil acordaron invertir en la segunda mitad de 2016 más o menos la mitad de los presupuestos propuestos para 2015.
BP acordó gastar 1.800 millones de dólares este año en el yacimiento Rumaila. Shell resolvió invertir 742 millones de dólares, mientras que Lukoil desembolsaría 1.080 millones de dólares.
"Entrarán en operaciones muchos proyectos vitales que las empresas extranjeras se vieron forzadas a detener debido a los precios bajos del crudo tras los recientes acuerdos de recortes presupuestarios", comentó Basim Abdul Kareem, vicepresidente de South Oil Co, que supervisa las operaciones de crudo en la región.