Ante la nueva modalidad de liberación del mercado, la petrolera estatal YPF decidió modificar su sistema de precios del combustible, por lo que ya no informará sobre sus futuros cambios en los valores.
“Vamos hacia una estrategia nueva. Los precios serán diferentes según la plaza, el momento de venta, la disponibilidad de combustible, la oferta y demanda. Nada que ver con lo que se ve ahora”, explicaron a Clarín desde la petrolera.
Luego de la liberación del mercado, YPF pasó a convertirse en el referente de los incrementos de precios de los combustibles, que dependen principalmente de los valores internacionales del barril y la devaluación del peso frente al dólar.
El ingreso de la holandesa Trafigura en las estaciones de servicio que eran de la brasileña Petrobras promete darle cierta competencia al sector, según razonan en YPF.
En el ministerio de Energía también están ansiosos por ver más competencia en los surtidores. La puja por los clientes empujará a los precios a la baja más que el actual comportamiento del mercado, estiman en la empresa.
Entre 2005 y fines de 2017, los precios de los combustibles siguieron un acuerdo entre productores, refinadores, sindicatos y gobiernos provinciales. Esa situación provocó distorsiones para las petroleras, que se vieron impedidas de exportar, porque les impusieron topes.
Pero esas imposiciones también perjudicaron a los consumidores cuando el valor del crudo bajaba afuera y eso no era reflejado en los surtidores locales.
Para que la Argentina funcione como el resto de los países, el Gobierno removió obstáculos existentes y habilitó precios libres.
Desde que sucedió, el precio del barril solo fue en ascenso. Las previsiones para este año son alcistas, lo que presagiaría otros aumentos próximos.
Sin embargo, la sanción de la reciente reforma tributaria (con cambios en los impuestos a los combustibles) quizás sirva para amortiguar estas subas, a través de la reducción de impuestos.
El ITC, -que actualmente es fijo y representa un 26 por ciento sobre el precio del venta-será variable.
El tributo bajará cuando el precio al público de los combustibles suba. Eso podría provocar que los mayores costos del crudo tengan un menor impacto que de aplicarse el esquema actual.