A menos de un mes de dejar su cargo, el presidente de Estados Unidos Barack Obama prohibió definitivamente las perforaciones petroleras en aguas federales del océano Atlántico y Ártico.
La medida fue anunciada en conjunto con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y tiene como objetivo “asegurar una economía y ecosistema ártico fuerte, sostenible y viable”.
Según detalló la agencia de noticias Reuters, el mandatario estadounidense utilizó una ley de la década de 1950 que permite a los presidentes limitar áreas a la explotación mineral y también para la perforación.
Esta medida fue celebrada por los grupos ambientalistas, ya que afirman que el presidente electo Donald Trump deberá recurrir a la justicia para revocarlo. Esto quiere decir que no sería fácil revertir la situación.
“Los riesgos de un derrame de crudo en esta región son importantes y nuestra capacidad para limpiar un derrame en las duras condiciones de la región es limitada”, indicó Obama en un comunicado.
La medida se aplicará al offshore frente a la costa de Alaska, en el mar de Chukotka, y gran parte del mar de Beaufort. Además, cubrirá en el Atlántico desde Nueva Inglaterra a la bahía de Chesapeake.